D. Jesús Catalá tomó posesión de su cargo en un solemne acto celebrado en la Catedral, donde se congregaron numerosas personas que llenaron el primer templo de la ciudad.
Catalá comenzó su homilía diciendo: "El Señor Jesucristo, el buen pastor, me envía a esta querida diócesis para que cuide de los fieles"... "Llego con la intención de servir a la milenaria Iglesia malacitana, que ha dado hermosos frutos de santidad en muchos de sus hijos."
A los laicos les pidió su colaboración, ya que "es muy valiosa". Igualmente, alentó a las familias, a las Hermandades y Cofradías y a las Asociaciones Cristianas.
Catalá animó a los malagueños a seguir ayudando a los más desprotegidos. Y a hacerlo aún con más motivos "en estos momentos difíciles", en referencia a la crisis económica que sufre España... "Seguid acogiendo a los más necesitados, ya que la riqueza de la Iglesia han sido siempre los pobres." ... "La caridad no acaba nunca.... Todos los fieles cristianos estamos llamados a vivir la caridad hasta ofrecer con el don de la vida propia el testimonio de amor ante los hombres."
Monseñor Catalá finalizó su homilía parafraseando la letra de una conocida copla malagueña:
" Málaga querida...
¡Qué bonitos ojos tienes!
Déjame que te contemple,
permíteme que te acompañe
y concédeme poder amarte."
¡Qué bonitos ojos tienes!
Déjame que te contemple,
permíteme que te acompañe
y concédeme poder amarte."
"Que nadie tenga miedo a lo que la Iglesia proclama en nombre de Cristo, mas bien que sea aceptado con afecto y con gratitud"...
"Cuando el hombre vive en Dios queda enriquecido y transformado, pero cuando se aparta de él se envilece...
La Iglesia encierra un misterio profundo y divino...
Los católicos deben dedicarse con entusiasmo a lograr una nueva Evangelización."