El viajecito de subida fue divertido y realmente espectacular por las vistas que podían contemplarse mientra subíamos al Castillo Samurai, en las sillas colgantes
Una vez arriba, mereció la pena el viajecito en sillas colgantes para poder ver el interior del Castillo... 

¡Fue todo un placer escuchar a nuestro amigo japonés y así conocer mejor la vida de los samurais!

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